Disciplinas Artísticas

Hay bastantes disciplinas artísticas sin embargo solo nos enfocaremos en las principales: pintura, escultura, danza y música. A continuación presentare una breve introducción de cada una de ellas.

Pintura

Proceso en el que una materia colorante se aplica, mediante algún método, a una superficie o soporte, con el propósito de representar o sugerir a través de la línea, color y materia, alguna entidad visible o imaginaria.
A esta definición se puede añadir que la pintura es una expresión artística que busca la representación de ideas estéticas sobre una superficie bidimensional, en ocasiones tridimensional, utilizando los elementos que le son propios, como el dibujo, el modelado y el colorido.
La pintura es una de las actividades humanas más antiguas, ya que aparece antes que la escritura, convirtiéndose en una de las expresiones más importantes para definir y caracterizar una época.

La historia de la pintura comenzó aproximadamente hace 30 mil años y no ha parado en su evolución, existiendo hoy en día innumerables tendencias y movimientos artísticos.
A lo largo de la historia del arte, y de la historia de la pintura en concreto, se han producido infinidad de transformaciones de la función, gusto, realización, etc. de la pintura.

Escultura

Escultura es el arte de modelar, tallar y esculpir en barro, piedra, madera, metal u otra materia conveniente, representando en volumen, figuras de personas, animales u otros objetos de la naturaleza o el asunto y composición que el ingenio concibe.

Se llama también escultura a la obra hecha por un escultor.
El origen de la escultura puede explicarse considerando cuán natural es en el hombre la tendencia a imitar, en volumen, las formas de la naturaleza y qué espontáneo placer experimenta el alma humana en la rítmica combinación de la línea y la masa.

Este arte ha creado en el curso de su historia, dos clases de belleza: la imitativa y la imaginativa.

Música

Mousikē es un concepto griego que significa “el arte de las musas”. De allí deriva la palabra música, que define al arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios. Para esto, se utilizan los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo.
Como manifestación artística, la música es un producto cultural que busca suscitar una experiencia estética en el oyente. También constituye un estímulo en el campo perceptivo del hombre, que puede cumplir con distintas funciones, como el entretenimiento, la ambientación o la comunicación.
La música, como decíamos más arriba, está compuesta por dos elementos básicos, que son los sonidos y los silencios. El sonido es la sensación percibida por el oído, a través de las variaciones de presión producidas por el movimiento vibratorio de los cuerpos sonoros y que se transmiten por el aire. La ausencia del sonido es el silencio, que nunca es absoluto ya que existe la atmósfera.
El sonido cuenta con cuatro parámetros fundamentales: la altura (el resultado de la frecuencia que produce un cuerpo sonoro, que determina si el sonido es grave o agudo), la duración (el tiempo que duran las vibraciones que producen un sonido), la intensidad (la fuerza con la que se produce un sonido, representada por la amplitud) y el timbre (la cualidad que permite distinguir entre los diferentes instrumentos o voces).
La organización de la música, a su vez, depende de distintos aspectos, entre ellos la melodía (el conjunto de sonidos que suenan en forma sucesiva y que se perciben con una identidad y sentido propio), la armonía (que regula la concordancia de los sonidos y cuya unidad básica es el acorde) y el ritmo (la pauta de repetición de los sonidos y silencios).

 
Danza

La danza es la acción o manera de bailar. Se trata de la ejecución de movimientos al ritmo de la música que permite expresar sentimientos y emociones. Se estima que la danza fue una de las primeras manifestaciones artísticas de la historia de la humanidad.
La danza implica la interacción de diversos elementos. El movimiento del cuerpo requiere de un adecuado manejo del espacio y de nociones rítmicas. La intención del bailarín es que sus movimientos acompañen a la música. Por ejemplo: un música de ritmo lento y tranquilo requiere de pasos de danza pausados y poco estridentes. La expresión corporal también se apoya en la vestimenta utilizada durante la danza.

Es importante tener en cuenta que el predominio del ritmo o del uso del espacio puede variar de acuerdo a la danza en cuestión. Otros factores que exceden a la danza en sí, como la mímica y el canto, también forman parte del baile.
Se conoce como coreografía a una estructura de movimientos predeterminados que se lleva a cabo a la hora de ciertas danzas. La coreografía indica los pasos a seguir durante el baile: se trata, por lo tanto, de movimientos que no son espontáneos, sino que obedecen al diseño de un coreógrafo.
Las coreografías adquieren mayor relevancia en los espectáculos de danza donde bailarines profesionales suben a un escenario con la intención de montar una obra artística. Las danzas rituales o los bailes informales, en cambio, no suelen seguir ningún tipo de coreografía. En estos casos, cada bailarín elige con total libertad los pasos a seguir.